Desde nuestra fundación hace más de 40 años, hasta hoy y en el futuro, la posición de Sea Shepherd Conservation Society sigue siendo inequívoca e inmutable:
Estamos en contra de la matanza de cualquier ballena, por cualquier persona, en cualquier lugar, por cualquier motivo, sin excepción.
Ya sea la caza de delfines en Taiji, Japón, las matanzas masivas anuales de ballenas piloto en las Islas Feroe, o las cacerías comerciales en Japón, Noruega e Islandia, o en cualquier lugar del mundo, estamos comprometidos a poner fin a estas prácticas innecesarias y crueles. Por eso, estamos buscando el estatus de observador en la Comisión Ballenera Internacional (CBI), para llevar nuestra ciencia al ámbito de las políticas y abogar por el fin de las lagunas en la Convención que permiten la continuación de la caza de ballenas y delfines.
A pesar de nuestras campañas en el agua en el Océano Antártico que pusieron fin a la caza japonesa de ballenas en aguas antárticas, 6 de las 13 grandes ballenas aún están clasificadas como en peligro o vulnerables según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Por eso Sea Shepherd protege los lugares de cría y apareamiento de las ballenas jorobadas en el Archipiélago Revillagigedo y las ballenas de pico frente a la Isla Guadalupe. Por eso Sea Shepherd envía barcos para proteger los lugares de alimentación de las ballenas jorobadas, ballenas rorcuales y ballenas azules de los arrastreros industriales que saquean el kril en la Antártida, y en 2025 estaremos trabajando para que grandes áreas del lugar estén protegidas por ley. Por eso Sea Shepherd lidera una coalición internacional para detener la matanza sin sentido de las ballenas piloto en las Islas Feroe.
Como con todos los problemas oceánicos, nuestra propia supervivencia está directamente impactada por la salud y sostenibilidad de la población de ballenas en el mundo. Situadas en la cima de la cadena alimentaria del océano, las ballenas mantienen el equilibrio crucial del ecosistema de nuestro planeta, con cada ballena secuestrando una estimación de 33 toneladas de dióxido de carbono. Sus desechos proporcionan una fuente rica en nutrientes para el fitoplancton y el kril, dos de los bloques fundamentales de la vida en la Tierra. Las amenazas competidoras más allá de las cacerías incluyen las ballenas atrapadas en redes y ahogadas, particularmente como resultado de las grandes flotas pesqueras ilegales, no reguladas o no registradas que devastan el océano mundial, y la rápida pérdida de fuentes de alimento para ellas debido a la sobrepesca.
Las raíces de Sea Shepherd siempre han estado en la conservación de ballenas. Nuestro querido miembro de la Junta Dr. Roger Payne fue parte de una generación pionera que atrajo la atención mundial hacia los océanos, y utilizó el canto de las ballenas para hacerlo. Fueron los “ríos exuberantes e ininterrumpidos de sonido” de las ballenas los que él aprovechó para que una generación pudiera aprender el lenguaje de la conservación y darse cuenta de nuestras obligaciones compartidas con el mar y con ellas.
Los cetáceos del mundo están bajo una amenaza cada vez mayor. Ahora es el momento de tener más determinación y más acción en nombre de los mamíferos más grandes del mundo.
